El Diario del Bunker del que oí
hablar mucho en booktube y cuyo autor (Kevin
Brooks) me sonaba pero, honestamente, no recordaba de dónde. Cuando empecé
a leerlo lo asocie con el autor de un libro que me había parecido terrible
(iBoy) y efectivamente era él. Ya lo había comenzado, me había enganchado y decidí
continuar (mi yo del presente felicita a mi yo del pasado por haber tomado esa decisión)
para encontrarme con un libro que no era
para nada lo que me esperaba.
Sinopsis: «Estoy en
una vivienda de techo bajo, toda ella de hormigón encalado. A lo largo del
pasillo principal hay seis habitaciones. No hay ventanas. Ni puertas. Sólo se
puede entrar en el ascensor. ¿Qué me va a hacer? ¿Qué voy a hacer yo?»
Linus, un joven de dieciséis años, se despierta
atontado en un búnker. Lo han secuestrado. No entiende por qué. Nadie se
comunica con él. Su único contacto con el exterior es un ascensor que baja cada
mañana con provisiones. Días más tarde en el ascensor aparecen otras personas a
las que también han secuestrado.
No tienen nada en común entre ellos. ¿Qué quiere
el secuestrador?
El
Diario del Bunker es básicamente, como su nombre lo indica, el diario que
escribe Linus mientras está encerrado en un Bunker. Un bunker al que no
entiende como llego o que llevaría a alguien a encerrarlo a él y las personas
que poco a van llegando. Es un libro que te plantea (porque el protagonista se
plantea) interrogantes una y otra vez, es
crudo, directo y bastante angustioso por momentos. A medida que Linus va
contando más sobre el mismo, sobre lo que pasa en el bunker, sobre las personas
que lo ocupan puedes irte formando una idea de los motivos que llevarían a
alguien a querer encerrar a determinados personajes pero de la misma manera hay
personajes que no sabes cómo o por qué motivo llegaron a allí. En alguna reseña leí que este libro podría ser
la mezcla de Saw con Big Brother, con un Big Brother más sádico que el de
verdad, y creo que esa es una descripción muy acertada.
Hay
momentos que puedes llegar a predecir por donde van a seguir los
acontecimientos y otros en los que
quieres apurar las paginas (que se leen bastante rápido) para enterarte de una
vez por todas como van a salir a de allí, como van a sobrevivir, que más van a
hacer para putearlos. Porque no piensen ni por un momento que lo de estar
encerrados es lo peor que les pasa, hay tanto sadismo en este libro, tanta
maldad, tanta crudeza que no puede terminar sino de la manera que termina. Es un libro duro, que quizás falla por
momentos al no explotar todas las
posibilidades que tiene en la interacción de los personajes pero es fiel
y coherente. Nos dibuja a un antagonista enfermo, desviado, pero inteligente y
cruel a través de la mirada de sus víctimas.
Es,
desde mi punto de vista, un libro sobre la maldad humana. Como una noticia de
esas que pasan en la TV y que anuncian diciendo “la realidad supera la ficción”.
Es un libro, es ficción inobjetablemente pero te hace cuestionarte, al menos en
mi caso, si hay allí afuera en el mundo gente así. Lo recomiendo totalmente, es
un libro fuerte pero capaz de hacer pensar porque si algo no hará este libro es
darte las respuestas por la vía fácil, o por alguna vía.
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